Tucked away in the cul-de-sac of Mayfair’s New Burlington Place awaits an authentic contemporary Tuscan ‘wine and dine’ experience called Frescobaldi.
Escondido en el callejón sin salida New Burlington Place de Mayfair los espera un auténtico Restaurant Toscano contemporáneo llamado Frescobaldi.
Recently opened in November 2014, this is the first standalone restaurant and wine bar in the UK for the Frescobaldi family, one of Italy’s oldest and most respected wine dynasties and is in collaboration with the Good Food Society, a new hospitality venture promoted by two entrepreneurs, Levent Büyükuğur and Sanjay Nandi.
The smart Italian restaurant is dressed with nods to Italian trattoria-style décor; white ceramic tiles are artistically designed with a Roman male caricature wrapped in grape vines and holding a glass of wine, warm wooden furnishings and mood lighting.
Head sommelier, Fabrizio Pavlic, introduced us to the Marchesi de’ Frescobaldi estate’s exquisite Italian wines that make up 75 per cent of the wine list. With his skill and expertise, Pavlic paired a fantastic flight to beautifully complement the flavours of our meal.
We started with an antipasti dish of burrata, a soft, creamy cheese from Puglia, with rocket, pesto and fresh tomatoes, a plate of zucchini fries and a moreish plate of seabass carpaccio dressed in pink peppercorns and soya sauce and topped with crunchy, zingy celery. Sommelier Pavlic poured us a glass of Castello di Pomino bianco – an easy-drinking white chardonnay with pinot grapes from high altitude vineyards – we highly recommended a try. He also invited us to taste Attems Pinot Grigio Ramato – another mellow, fresh wine with a soft copper hue.
Abierto recientemente en noviembre de 2014, este es el primer restaurante y bar de vinos independiente de la familia Frescobaldi en el Reino Unido , una de las dinastías de vino más antiguas y respetadas de Italia. Se realizó en colaboración con la Good Food Society, una nueva empresa promovida por dos empresarios, Levent Büyükuğur y Sanjay Nandi.
El elegante restaurante italiano luce una decoración estilo trattoria italiana; azulejos de cerámica blanca diseñados artísticamente con una caricatura masculina romana envuelta en vides de uva sosteniendo una copa de vino, sumado a esto se pueden apreciar cálidos muebles de madera e iluminación ambiental.
El Head Sommelier, Fabrizio Pavlic, nos presenta los exquisitos vinos italianos Marchesi de' Frescobaldi que componen el 75 por ciento de la carta de vinos. Con su habilidad y experiencia, Pavlic ha realizado un magnifico trabajo para complementar muy bien los sabores de los vinos con la comida del lugar.
Empezamos con un plato de antipasti de burrata, un queso cremoso suave de Puglia, pesto y tomates frescos, un plato de zuchinnis fritos y un plato de carpaccio de lubina acompañados con granos de pimienta rosa y salsa de soja cubierto con un crujiente apio zingy. El Sommelier Pavlic nos sirvió un vaso de Castello di Pomino bianco - un chardonnay blanco fácil de beber con uvas pinot procedentes de viñedos de altura - que recomendamos probar. También nos invitó a degustar Attems Pinot Grigio Ramato - otro vino suave, fresco, con un tono cobre suave.
Talented chef Roberto Reatini bestows his culinary skills on the menu with a flavoursome and uncluttered menu of dishes to that are set to transport you straight to the Med. The Frescobaldi family is also associated with one of the world’s finest olive oils, Laudemio, which we found at our table to enjoy with a selection of warm baked breads.
For our mains, or secondi, we opted for the roasted turbot with roasted potatoes, samphire, lemon sauce and a side of grilled vegetables and the fillet of beef with black cabbage and pumpkin with a side of black truffle fries. Pavlic paired my fish dish with a delicately lighter ruby-red glass of Castello di Pomino pinot nero and a more robust, full-bodied Nipozzano chianti rufina to accompany the cut of red meat.
For the Frescobaldi finale, we decided to go for the crunchy, creamy and tart raspberry mille-feuille and the apple and walnut cake with vanilla ice-cream. Our flight experience was rounded off with another complementary glass of Friuli Attems picolit collio dessert wine with a reduced level of sweetness to cleverly balance out the flavours.
If eating al fresco in Tuscany is not on the cards any time soon, then London’s indoor dining at Frescobaldi will be a good match for enjoying the region’s finest wines and fresh Italian flavour.
El talentoso chef Roberto Reatini expone sus habilidades culinarias en la carta con un menú sabroso de platos para que nos remontan a los sabores del Mediterráneo. La familia Frescobaldi también está asociada con uno de los aceites de oliva más finos del mundo, Laudemio, con los cuales disfrutamos una selección de panes horneados calientes en la mesa.
Para nuestros platos principales, optamos por el rodaballo asado con patatas asadas, hinojo, salsa de limón acompañada con verduras a la parrilla y el filete de ternera con col negro y calabaza con una guarnición de trufas negras fritas. Pavlic acompañó nuestro plato de pescado con un vaso de vino Castello di Pomino pinot nero con un delicado color rojo rubí y también un vino más robusto, Nipozzano chianti rufina para acompañar el corte de carne roja.
Para el gran final, decidimos ir por la crujiente y cremosa y tarta de frambuesa milhojas junto auna tarta de manzana y nuez con helado de vainilla. Nuestra experiencia se completó con otra copa de vino Friuli Attems collio Picolit con un nivel reducido de dulzura para equilibrar hábilmente los sabores.
Si comer al aire libre en la Toscana no es una posibilidad a corto plazo, el Restaurant Frescobaldi en el interior de Londres será una buena opción para disfrutar de los mejores vinos de la región y el fresco sabor italiano .
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Source: Reena Patel, http://www.luxuriousmagazine.com/
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